Wi-Fi gratuito en las habitaciones y personal muy atento. La piscina es pequeña.

Increíble ubicación a solo unos minutos de la plaza Jemaa el-Fna, lo que hace fácil explorar la medina. La decoración es realmente acogedora, con un ambiente lleno de detalles que hacen sentir un toque auténtico.

La insonorización es un problema. se escucha el ruido de otras habitaciones, especialmente el sonido de la cisterna y los pajarillos en el patio. Además, las camas no son muy cómodas, ya que son dos camas individuales juntas en lugar de una doble, lo que impide una buena noche de descanso.

Hassan y su equipo se mostraron muy serviciales desde el principio, arreglándome el traslado desde el aeropuerto y asesorándome sobre actividades en la Medina. La habitación que ocupé era muy cómoda, con agua caliente y Wi-Fi sin problemas, lo que me permitió trabajar sin inconvenientes. El desayuno en la terraza era delicioso y el lugar estaba a solo unos minutos a pie de la plaza Jemaa el-Fnaa, lo que facilitó el desplazamiento y la exploración de la ciudad. disfruté de una cena en el riad, que fue muy buena, aunque debería haber comido allí más veces.

El acceso a algunas áreas comunes estaba limitado en ciertos horarios.

La habitación era decente, aunque las camas eran dos individuales juntas y, vaya, incomodas. La música de los demás huéspedes era un escándalo total, que difícil es descansar aquí. Y un euro por imprimir una tarjeta, ¡en serio! Esperaba una oferta especial por ser un huésped excepcional, pero parece que eso no es común aquí. En fin.

Las instalaciones eran estupendas, cada rincón parecía mágico. La atención del personal fue excepcional, ¡hacen que te sientas en casa!

La piscina tamaño baño, ¡cuidado que no te bañe el gato!

recomendaría este lugar para una breve escala

Acogedor lugar, encantadora decoración, nuestra habitación fue ideal para descansar y refrescarnos después de un día explorando la ciudad. se encuentra a solo 4 km de distancia del centro, lo que facilitó nuestras visitas.

Todo fue maravilloso

Estancia moi agradable, trato excepcional por parte do persoal, sempre dispostos a axudar. Desayuno delicioso, habitación cómoda e acolledora. A ubicación permite moverse facilmente pola Medina, A verdade, un verdadeiro achado, a pesar da piscina un pelín pequena.

Tuve una estancia maravillosa en Riad Christina. Cada mañana, disfrutamos de un delicioso desayuno en la terraza, mientras apreciábamos las vistas al sol naciente. La atención del personal fue excepcional, siempre dispuesto a ayudar y hacer que nos sintiéramos como en casa. La ubicación es ideal, a solo unos minutos de la plaza Jemaa el-Fnaa, lo que facilitó nuestras exploraciones diarias.

Nada fue negativo en mi estancia.

La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y atender cualquier necesidad. La limpieza del lugar era impecable, lo que hizo que la estancia fuera muy cómoda. Además, los desayunos eran variados y deliciosos, destacando el foie gras que servían. Sin embargo, la piscina era un poco pequeña y el acceso a algunas áreas comunes estaba limitado en ciertos horarios.

Este lugar me viene perfecto, con Wi-Fi gratuito en las habitaciones y recepción abierta las 24 horas. Recuerdo que me ayudaron con el retraso de salida en mi primera estancia. ¡Recomiendo mucho alojarte aquí! Volveré para una escapada romántica.

La habitación era maravillosa, pero la piscina es bastante pequeña.

la amabilidad de ibrahim y su equipo fue notable, siempre listos para ayudarnos con cualquier necesidad. además, la cena romántica que prepararon fue un detalle que nos encantó.

faltó un poco de variedad en el desayuno.

Una experiencia única y acogedora

Llegamos y nos recibieron como en casa. Ibrahim fue genial, nos ayudó con todo. La cena de fin de año fue super especial. Disfrutamos del té y de la piscina para relajarnos un rato. Aunque la piscina es algo pequeña, el ambiente hace que valga la pena. ¡Recomendable al 100%! Aquí se siente el cariño de la gente.

La atención de Ibrahim fue excepcional, siempre listo para ayudar y orientar. Disfrutar del desayuno en la terraza con vistas al amanecer fue una experiencia mágica. La cena de fin de año, donde nos proporcionaron uvas y celebramos como en casa, hizo que la estancia fuera inolvidable. La ubicación del Riad es excelente, a solo unos minutos de la plaza Jemaa el-Fnaa, ideal para explorar Marrakech.

La piscina es bastante pequeña, casi como una charca. Además, encontramos un poco incómodo el trato de uno de los empleados, que a veces no era muy amable.